El bronceado es una actividad muy utilizada alrededor del mundo. En el caso de los países que disfrutan de playas, se da natural, al contrario de los países que carecen de este recurso natural, lo hacen de forma artificial con productos especiales para esto. Recordemos que los rayos del sol pueden ocasionar daños en la piel y el cabello.
Acerca del bronceado artificial, si tu piel es muy sensible y por más que tomes medidas siempre terminas roja como un camarón y descamada como serpiente mudando la piel, quizás debas considerar los bronceadores artificiales. Hoy en día puedes encontrar en el mercado cremas bronceadoras que dan un sutil pigmento dorado a tu piel cuando las usas progresivamente. También existen en nuestro país centros de estética con camas de bronceado. Estas son una opción favorable, ya que se obtiene el bronceado mediante un proceso controlado y bajo la supervisión de un especialista. Si optas por esta vía, asegúrate de utilizar los servicios de un centro y un experto certificados. ¡No arriesgues tu piel por ofertas baratas!
¿Bronceado natural? ¿Qué más puedes hacer?
¡Comienza a exfoliar tu piel!
La exfoliación semanal debe convertirse en parte de tu rutina habitual de belleza. Exfoliar la piel ayuda a eliminar las células muertas que se acumulan en la superficie y hacen que la piel se vea opaca. Además ayuda a arrastrar la piel levantada por la resequedad, mientras que a su vez prepara la piel para que los productos hidratantes penetren con mayor profundidad. Para exfoliar tu piel puedes usar exfoliantes ya preparados. O bien puedes crear tu propio exfoliante mezclando 3 cucharadas de poco de Aceite de Coco Capilo, dos cucharadas de azúcar morena, una gota de aceite Capilo de Limón y una cucharada de miel de abejas.Aplícalo sobre tu piel con movimientos circulares en las zonas que desees exfoliar, excepto en el rostro. Pon especial atención a tus codos y rodillas. Luego retira el exfoliante con un baño de agua tibia.
Hidrata tu piel a profundidad
Semanas antes de exponerte al sol debes hidratar constantemente tu piel. Utiliza una loción corporal con ingredientes humectantes como el coco, la avena o la manteca de cacao. También puedes añadir unas cuantas gotas de Aceite de Almendras Capilo a tu loción habitual, para convertirla en un hidratante más poderoso. Así evitas que al exponerte al sol tu piel se tueste y se descame, más bien la ayuda a fortalecerse y estar preparada a retener la humedad a pesar de los efectos de los rayos solares.
¡Cuidado con la eliminación del vello!
El método que utilices para eliminar el vello de tu piel también es un factor a tomar en cuenta antes de prepararte para unos días de sol. Los métodos de depilación pueden irritar la piel o dejarla más sensible. Es aconsejable esperar uno o dos días después de haberte afeitado o depilado con cera. Si utilizas métodos de depilación con láser o luz pulsada, debes esperar aún más tiempo y seguir los consejos de cuidado de tu especialista. Si no tomas en cuenta estos factores, la exposición al sol puede crear manchas en tu piel muy difíciles de tratar.
¿Qué debes hacer después de tomar el sol?
Si ya obtuviste el bronceado que querías, es hora de disfrutarlo y exhibirlo. Continúa hidratando tu piel todos los días para evitar la resequedad. Además, usa un gel de baño suave, que no contenga ingredientes muy abrasivos para que puedas prolongar tu bronceado por más tiempo.
Si notas un poco de resequedad, utiliza unas gotas de Aceite de Coco Capilo, mezcladas con tu crema hidratante y aplícalo en la zona afectada, inmediatamente notarás una mejor apariencia.
Recuerda que antes de tomar el sol, durante, después y ¡siempre! Debes tomar mucha agua. Ingerir líquidos te mantiene hidratada desde dentro hacia afuera y esto se refleja en la humectación y luminosidad de tu piel.
Ya sabes, ¡A cuidar tu piel se ha dicho!
¡Diviértete, aprende y practica!
-EscuelaCapilo