La exfoliación del cuero cabelludo es un paso esencial en el cuidado capilar, aunque a menudo se pasa por alto. Al igual que la piel del rostro, el cuero cabelludo acumula células muertas, sebo y residuos de productos que pueden obstruir los poros y afectar la salud del cabello. La acumulación excesiva puede llevar a problemas como picazón, caspa, y un crecimiento capilar más lento.